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28 febrero 2010

SOBRE EL PRECIO DE LA INVESTIGACIÓN PEDAGÓGICA

El espacio virtual de nuestro seminario comenzó a llenarse de materiales para leer. Primera tarea a distancia: selección y reseña de uno de los autores de la línea temática ¿Qué es investigar? Empecé a buscar en mis apuntes los nombres de los autores cuyas ideas me habían resultado más interesantes: el viaje de Ruiz.. la experiencia de Larrosa... la imaginación de Mills...el precio de Simons y Masschelein[0].¡Ah! este habla de Ética y de transformación, como trascendentes al conocimiento científico.
Los autores plantean que la PROBLEMATIZACIÓN sobre NUESTRO PRESENTE genera un tipo de investigación pedagógica con sentido FORMATIVO o EDUCATIVO. Esta investigación puede ser cualitativa o cuantitativa, empírico analítica o interpretativa, puede tener una finalidad práctica, teórica o fundamental: esto no afecta su validez.
Citando a FOUCAULT, el criterio con que diferencian unas investigaciones de otras, versa sobre el “acceso a la VERDAD”:
¿En base a qué se establece la verdad?
¿Qué significa “verdad”?
¿En base a qué significado el investigador habla?
Esta cuestión del acceso a la verdad permite, por un lado, identificar dos posturas:
1. Del conocimiento (cuyas condiciones no incluyen (2))
2. De la transformación del YO
Y, por otro lado, plantear, en consecuencia:
¿Qué precio estamos NOSOTROS -investigadores, estudiantes, instituciones, gobierno, sociedad- dispuestos a pagar por ella?  
Postura 1:
La investigación pedagógica, en general, remite al tiempo y espacio de producción y evaluación de conocimiento que se impone a los educadores para optimizar su práctica a partir del conocimiento científico.
Postura 2:
La curiosidad que lo orienta - dice Foucault- no tiene que ver con el conocimiento sino con el cuidado de sí mismo y la atención hacia la realidad educativa y hacia el mundo del que forma parte como investigador.
La curiosidad se encuentra en los cimientos de la sabiduría y esta solo se sacia gracias al diálogo y a la interrogación. De ahí que Sócrates instaura la mayéutica como método de investigación sobre el ser.

Y de nosotros -aprendices de investigador- ¿qué se espera? Uno de los cuatro objetivos formativos del posgrado dice “Desarrollar la capacidad de creación de conocimiento – función básica de los niveles cuaternarios de formación –que redunde en una mejor educación, pilar de todo desarrollo social.”
Conocimiento creado (o no) que será el objeto de evaluación del Diploma: acreditación oficial que, “como propedéutico sentará las bases conceptuales, teóricas y metodológicas que permitirán el desarrollo del nivel superior de Maestría, con un fuerte énfasis en la creación de conocimiento.”[1]
Resulta coherente, entonces, que “junto a los avances escritos en torno al proyecto de investigación, irán[2] construyendo una bitácora que dé cuenta de las dudas, interrogantes, sentimientos, impresiones, búsquedas, sucesos, pensamientos e ideas…”[3], instrumento de evaluación de una de las dos dimensiones de nuestro proceso de investigadores, dimensión desconocida en el producto-conocimiento, dimensión  a la que espero llegar a través de la incertidumbre provocada por el movimiento de la curiosidad.
CURIOSIDAD
CURA = CUIDADO
CUIDADO DE SÍ condición previa para poder CUIDAR A LOS OTROS 

¿Estarán las arcas de mi nave tan colmadas de curiosidad como para disponer el pago  de una investigación pedagógica formativa que implique mi cuidado y transformación como investigadora?
[0]Simons, M. Y Masschelein, J.: Sobre el precio de la investigación pedagógica en Mensajes E-Ducativos desde tierra de nadie, Laertes Educación, Barcelona: 2008.
[1] Malla curricular del posgrado, pg.4 (las negritas son mías)
[2] Nosotros, los estudiantes de este curso 
[3] Programa de Taller de investigación III, pg. 7

15 febrero 2010

ESCRITORES DE LA LIBERTAD



No conocía esta película, pero aunque así fuera, no hubiese visto lo que la exposición teórica de Mabela, de la tarde anterior, aportó al ejercicio de nuestra mirada de incipientes investigadores: desde la trama de la película que íbamos a ver, la propuesta es:
• identificar posibles temas de investigación y las técnicas a utilizar
• argumentar si en la misma se plantea una investigación, una intervención o una investigación-intervención



La diversidad de respuestas tiene que ver con lo que la historia impactó en cada uno de nosotros y las relaciones conceptuales elaboradas.
Personalmente, entiendo que se trata de una investigación-intervención. Investigación porque es un proceso de aprendizaje donde - como dice Alvarez Pedrosian[1] - "se toma y se da de la realidad para conocerla y por ello, se la transforma, pues el investigador/docente es afectado y afecta recíprocamente".
Erin Gruwell es una profesora llena de ideales que escoge enseñar a un grupo de "casos perdidos" para hacer un aporte a la sociedad y encuentra un clima de tensión racial, intolerancia, desesperanza y cultura de pandilleros en la que los chicos practican una conducta social de auto-segregación como forma de supervivencia. En principio, como profesora, quiere enseñar, pero al fallar en sus primeros intentos, busca formas alternativas que espera funcionen, en base a las hipótesis que va planteándose en la medida que logra acercarse y conocer a sus alumnos. Entonces, se ve embarcada en una metodología contratransferencial porque mira el problema "en la dimensión conflictiva: se trata de dislocaciones culturales y psíquicas, choques, paredes, distancias, la famosa DIFERENCIA, primer y último objeto de estudio sobre cualquier realidad. Pero, a la vez, interactuando dentro del mismo mundo que los sujetos actores que [2]investiga" tratando de encontrar espacios de diálogo.
Erin acierta en la estrategia de preguntarles cuántos de ellos habían recibido disparos, cuántos habían perdido amigos en tiroteos, cuántos tenían familiares o amigos presos… Al ver cuánto tenían en común, las divisiones entre ellos comienzan a disolverse y empiezan a ver a Erin con el respeto que ella les había brindado.



Ahora estaba en condiciones de intervenir pedagógicamente:
“Decidí no bajar el nivel, no consentirles como si fueran niños pequeños. Quería que vieran la relevancia de los textos que tenía en mi programa, ya fuera un soneto o un libro como “La Odisea”. Quería que los conectaran con su vida, que las palabras saltaran de la página impresa y cobraran sentido para ellos”.
Pero lo mejor es que empezaron a escribir sus propias historias, como lo habían hecho otras víctimas de la intolerancia, con lo que, una estrategia para la enseñanza de la lengua, es utilizada, paralelamente, para seguir investigando, o sea, aprendiendo, integrando lo afectivo y lo cognitivo.
Siguiendo a Simons y Masschelein[3] , diremos que toda investigación pedagógica tiene su precio, que en este caso, corresponde al cambio de condición de existencia de la investigadora, o sea que es una cuestión existencial, donde juega un papel básico la relación entre verdad y ética, más allá del conocimiento.
Los obstáculos que encuentra en la institución escolar ante cualquier tipo de gestión, la llevan a tener dos empleos extras para poder solventar su proyecto y, consecuentemente, la ausencia y fin de su relación matrimonial. Entonces, los alumnos son sus aliados, y juntos logran transformar, además de las rígidas estructuras escolares, sus propias vidas, según los valores que han ido construyendo.



Es el fruto de lo que Wright Mills[4] llama “imaginación sociológica”, cualidad mental que permite captar lo histórico, lo biográfico y sus relaciones dentro de la sociedad, pasando de una perspectiva a otra, y cuyo uso más amplio y hábil ofrece la promesa de que todas las sensibilidades culturales- y de hecho la razón humana misma- llegarán a representar un papel más importante en los asuntos humanos.




No puedo dejar de establecer conexiones con lo que acontece en los cursos del instituto donde trabajo, con un altísimo porcentaje de alumnos que pasan repetidamente los exámenes de algunas asignaturas sin poder aprobarlos. En el caso de matemática, el año pasado un grupo de profesores llevó a cabo un proyecto para mejorar los aprendizajes, en base a algunos supuestos, sin que haya mejorado sensiblemente la situación, pero con algunos insumos para seguir pensando. Más allá de las diferencias sustanciales con los chicos de la película, creo que se trata también de aprender a enseñar de otra manera: eso me interesa. Pero cuando pienso en las características de este posgrado, no encuentro cabida para una investigación didáctica. En realidad, como este es mi ámbito de trabajo, es donde veo las situaciones que quisiera estudiar, solo que no puedo conciliarlas con el desarrollo, tal como se ha ido perfilando en el correr de los cursos.

[1]Alvarez Pedrosian, E.: Técnica para moverse en el laberinto, Los pliegues de un abordaje metodológico, en Colección Estudiantes, Unidad Opción Docencia, Nro.6, FHCE, Mdeo: 2001.
[2]idem
[3]Simons, M. Y Masschelein, J.: Sobre el precio de la investigación pedagógica en Mensajes E-Ducativos desde tierra de nadie, Laertes Educación, Barcelona: 2008.
[4]Mills, W.: Sobre la artesanía intelectual, en La imaginación sociológica, Fondo de Cultura Económica, México: 1986.