De marinera, algunas veces en la incertidumbre del oficio elegido, recorriendo, observando, reconociendo y aprendiendo de los experimentados tripulantes me toca hoy pasar a la conducción de mi propia nave: ¿Seré capaz de emplear los conocimientos científicos, seleccionar los instrumentos más adecuados a la situación que se me presenta, de crear ante el vacío, sin perder de vista mis valores?
He de poner en práctica las técnicas de navegación para dar solución a los problemas del navegante:
- · Determinar la posición
- · Determinar el rumbo
- · Determinar el tiempo, la velocidad y distancia, mientras dure el viaje
- · Conocer la "profundidad" en la que se está navegando para no encallarse
Eduardo Álvarez[1] parte de la convicción de que no existe proceso de investigación que no sea un proceso de aprendizaje y plantea concentrarse en la cuestión de las técnicas, en los mecanismos de acción, en las herramientas y sus usos para investigar aprendiendo. Un trabajo reflexivo sobre las propias técnicas, permite mejorar nuestras herramientas y con ellas, nuestra interpretación y acción sobre el mundo sociocultural.